El olivo es uno de los árboles más resistentes de la cuenca mediterránea. Sin embargo, también requiere de una serie de cuidados para alargar su vida. Una de las prácticas que se le realizan al olivo es la poda, que suele coincidir con el fin de la recolección. ¿Quieres saber exactamente cuándo y de qué depende? ¡Sigue leyendo!
La poda del olivo es una práctica fundamental. Básicamente, consiste en modificar las ramas y/o la corteza del árbol para conseguir aumentar su productividad, manteniendo un equilibrio entre sus funciones vegetativas y reproductivas.
La función de la poda del olivo es mantener el árbol sano, ampliar su capacidad productiva y hacer que crezca más recto para acceder mejor al fruto. Esta práctica se le realiza al olivo durante toda su vida útil, aunque hay que tener en cuenta una serie de especificaciones según su edad.
Independientemente de los factores que intervengan para la realización de la poda del olivo (el clima, la variedad del olivo, la fertilidad del terreno, la pluviosidad, etc.), toda poda ha de cumplir unos principios básicos:
¿Quieres saber más sobre el olivo?
Un olivo es un ser vivo y, como tal, pasa por una serie de ciclos a lo largo de su vida. Dependiendo del ciclo en que se encuentre, la poda llevará consigo un objetivo determinado. Podríamos decir que existen tres tipos de poda según el objetivo de la misma:
No existe una fecha de poda del olivo exacta, ya que depende directamente de la recolección del fruto y su destino. Si bien, resulta de especial importancia que la poda del olivo se realice durante la parada vegetativa del árbol, cuando frena su actividad de forma natural. Este fenómeno suele darse durante los meses de invierno, coincidiendo con la fecha de la poda del olivo, pero vamos a verlo más profundamente.
Si el fruto de un olivo lo destinamos a aceituna de mesa, la poda se realizará durante los meses de noviembre y diciembre; siempre y cuando nos encontremos en una zona con el clima suave y sin riesgo (o muy mínimo) de heladas. Si, por el contrario, el fruto del olivo se destina a la elaboración de aceite de oliva, la poda del olivo se suele retrasar hasta febrero.
Durante el invierno, y más especialmente en lugares donde las heladas son frecuentes, se debe evitar la poda del olivo. Así, el árbol cuenta con mayor masa foliar (la cual reduce la radiación de calor del suelo a la atmósfera) y, por tanto, las temperaturas nocturnas descienden dentro de la copa en menor medida. Es decir, el olivo aguantará mejor las temperaturas bajas del invierno.
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