En primer lugar, cabe señalar que el aceite de oliva posee un alto contenido de ácido oleico, y especialmente si es virgen extra. Lejos de lo que se pueda imaginar, ese ácido graso monoinsaturado es un tipo de grasa saludable. De hecho, es capaz de reducir el colesterol LDL, también conocido como malo, además de controlar la hipertensión y prevenir otras enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, los beneficios del aceite de oliva no terminan ahí. También absorbe las vitaminas liposolubles, encargadas de proteger los diferentes tejidos del cuerpo, absorber el calcio, crear glóbulos rojos y garantizar que la coagulación se hace de manera correcta, entre otras funciones.
Por todo ello, se puede afirmar que el aceite de oliva es un alimento lípido, dada su naturaleza, y que por tanto contiene calorías, las mismas que otro tipo de grasas, alrededor de unas 9 kilocalorías por gramo.
De modo que si te preguntas si freír con aceite de oliva engorda, la respuesta es sí, engorda como lo haría cualquier otro alimento, solo depende de cuánto y cómo consumas. Además, la ventaja que ofrece el aceite de oliva es que produce las mismas calorías se tome en crudo o se fría.
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Tras aclarar este punto, es importante recordar que el aceite de oliva es una de las bases de la dieta mediterránea, considerada como una de las más saludables del mundo. Por tanto, su consumo con moderación siempre va a resultar beneficioso, incluso si lo que se pretende es mantener la línea.
El consumo de aceite de oliva también es recomendado por su efecto saciante, ya que sirve para aliñar y enriquecer platos con los que el apetito queda satisfecho. Por esa razón, tomar aceite de oliva es un buen hábito que combate la obesidad.
Si por el contrario optas por tomar aceite de oliva en ayunas, esto puede ayudarte a adelgazar ya que una de las funciones del aceite es depurar el organismo, prevenir la retención de líquidos y retrasar el vaciado gástrico, lo que retrasa también la aparición del hambre. De hecho, el gran ensayo del campo nutricional realizado por Predimed puso de manifiesto que aquellas personas que consumieron aceite de oliva frente a otras dietas lograron bajar de peso ligeramente.
En cualquiera de los casos, es importante seguir una dieta equilibrada en la que se consuman en torno a 2.000 calorías diarias, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De cara a lograr ese objetivo, hay que tener en cuenta la forma en que se cocina, es decir, freír adecuadamente para que los alimentos no absorban todo el aceite. Para ello, no hay que superar el punto de humo del aceite de oliva, que ronda entre los 220 y los 240 º. Y por supuesto, todo esto debe ir acompañado inevitablemente de una rutina de ejercicio físico.
Ahora que ya has desechado el prejuicio de que freír con aceite de oliva engorda, visita nuestra tienda y elige el tipo de aceite de oliva virgen extra que prefieras para seguir cuidándote.
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